martes, 9 de julio de 2013

Construyendo Paz. Gálatas 6.

Dios desde el principio creó al hombre para que viviera en paz, con su pareja, con los animales y con toda la naturaleza.
Cuando Adán y Eva pecaron fueron echados del paraíso, ese lugar donde podían vivir en paz.
Parte de la consecuencia del pecado fue que ya no podrían vivir en paz. La mujer tenía que estar bajo sujeción del hombre y esto significaba problemas. Los seres humanos por lo general no sabemos mandar y mucho menos someternos.
Este grave problema se estaba viviendo en la iglesia de los gálatas.
Todos queremos vivir en paz que los demás nos hagan sentir bien, pero por lo que menos nos preocupamos es por trabajar en la construcción de la paz.
Dios quiere que vivamos en paz pero él no nos la va a dar en un lindo paquete de regalo, el nos da los materiales con los cuales podemos construirla nosotros mismos.
Como podemos construir un mundo de paz, como podemos construir un nuevo paraíso aquí en la tierra comenzando por nuestro hogar.
1. Restaurando. Nuestra labor sobre todo como cristianos es restaurar la vida de las personas que están equivocadas. V 1 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
2. Ayudando a llevar las cargas de los demás. Lo más agradable es cuando sentimos que le preocupamos a los demás y que están dispuestos ayudarnos más que solo señalarnos por nuestro error. V 2 “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
3. No aparentar lo que no somos. Esto causa malestar entre los demás. V 3 “Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
4. Fijate en tus obras. Antes de criticar a los demás es bueno que revisemos nuestros actos, a ver si estamos libres de culpa. V 4 “Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro;
5. Debemos ser agradecidos. Es necesario que aprendamos a reconocer la buena labor que hacen los demás y sobre todo cuando lo hacen por nosotros. V 6 “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.
Todo lo que sembramos es lo que cosechamos, no podemos sembrar odio y cosechar amor, como quieres que los demás te traten de esta misma forma trata a los demás. V 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
El mundo cada día es más difícil pero esto no debe desanimarnos, debemos tener paciencia y esforzarnos por hacer el bien, no te canses tarde o temprano nuestra paciencia dará buenos frutos. V 9 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
No esperes que te pidan un favor, busca la oportunidad para poderlo hacer, esto traerá bendición a tu vida. V 10 “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
No obligues a otros a que hagan cosas que ni tú las puedes ni las quieres hacer. V 13 “Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne.
La paz depende de ti y de mi, nosotros tomamos la decisión de cómo queremos vivir. La paz no depende de los demás, vivir en paz es nuestra decisión.


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